¿Qué es la neurodiversidad?

Entendiendo nuestras diferencias más allá de un diagnóstico

Ilustración de la neurodiversidad

Seguramente has escuchado el término "neurodiversidad" recientemente. Aunque no es un concepto nuevo, cada vez cobra más fuerza en nuestras conversaciones diarias, en las escuelas y en los entornos laborales. Pero, ¿qué significa realmente?

En AINI, creemos que el primer paso para la inclusión es la comprensión clara. Por eso, en este artículo desglosamos qué es la neurodiversidad, cómo identificarla y por qué dejar de verla como una enfermedad es vital para nuestra sociedad.

Definición de neurodiversidad

No es una enfermedad, es una forma distinta de funcionar

La definición más clara que podemos ofrecerte es esta: La neurodiversidad hace relación a todas aquellas personas que piensan diferente y procesan diferente todo por una situación neurológica.

Es fundamental entender que no estamos hablando de una enfermedad que se "cura". Se trata de una manera diferente de sentir, de aprender y de procesar los estímulos del entorno. Dentro de este espectro, los representantes más comunes son el Autismo, el TDA (Trastorno por Déficit de Atención) y diversos problemas de aprendizaje.

¿Te has sentido "raro(a)" alguna vez?

Muchas personas llegan a la edad adulta sintiéndose "raras" o fuera de lugar. Quizás eres tú, o quizás lo ves en tus hijos. Para entender si la neurodiversidad está presente en tu vida, vale la pena hacerse preguntas cotidianas que a menudo pasamos por alto:

• ¿Eres muy enojón o intolerante ante ciertas situaciones?

• ¿Eres despistado, olvidadizo o pierdes cosas con frecuencia?

• ¿Alguna vez olvidaste los frijoles en la lumbre?

• ¿Te molestan ciertos ruidos fuertes (como la licuadora o una ambulancia)?

• ¿Eres selectivo con los alimentos o te molestan ciertas texturas en la ropa?

A menudo atribuimos estas conductas a la "personalidad" o a una "mala crianza", pero en realidad, son señales de cómo nuestro cerebro procesa el mundo.

El mito de "Salió a su tío": La genética importa

Uno de los obstáculos más grandes para el diagnóstico temprano es la normalización familiar.

Es común escuchar frases como: "No te preocupes si el niño camina de puntitas, su abuelo también lo hacía" o "Habló hasta los 4 años, igual que su papá".

Si bien estas anécdotas pueden ser ciertas, revelan algo importante: la carga genética. Si un niño presenta rasgos de neurodiversidad, es muy probable que uno de los padres o familiares cercanos también sea neurodivergente, aunque hayan sido funcionales sin un diagnóstico toda su vida. Romper estos tabúes y dejar de escondernos en el "así somos en esta familia" es crucial para buscar apoyo.

¿Por qué es importante un diagnóstico?

Existe el miedo a las etiquetas, pero un diagnóstico certero (que puede detectarse desde el primer año de vida en autismo, o a partir de los 5 años en TDA) se traduce en calidad de vida.

Sin el apoyo adecuado, los pensamientos y conductas pueden volverse más complejos de manejar conforme el niño crece, llegando a una adolescencia llena de retos, deserción escolar o problemas de conducta. Entender que el cerebro funciona diferente permite adaptar el entorno para que la persona no solo sobreviva, sino que prospere.

La neurodiversidad somos todos

Este no es un tema exclusivo de especialistas. Todos convivimos con la neurodiversidad, incluso sin saberlo: en casa, en el aula, en la oficina, en nosotros mismos.

Ya seas madre, padre, docente, o una persona adulta que recién se dio cuenta de que siempre vivió con ciertas dificultades, vale la pena recordarlo: nunca es tarde. Buscar respuestas no es buscar problemas, es encontrar formas de estar mejor.

En AINI trabajamos cada día para hacer visible lo invisible. No se trata de corregir lo que nos hace diferentes, sino de comprenderlo para vivir con más respeto, libertad y sentido.

¿Quieres profundizar más en la neurodiversidad?

Si este tema resonó contigo o despertó nuevas preguntas, te invito a escuchar nuestro podcast llamado "Atentamente AINI".