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¿Qué es AINI? Una historia de origen, identidad y propósito.

  • Foto del escritor: aini escribe
    aini escribe
  • 25 jul
  • 1 Min. de lectura

Sofía y Daniel representan lo que AINI defiende: la neurodiversidad como parte viva de la familia, la escuela y la sociedad. Sus historias inspiraron la creación de un espacio que reconoce las diferencias no como obstáculos, sino como oportunidades para transformar entornos y formas de convivir.

Representación simbólica de personas diversas a través de figuras geométricas de plastilina azul, en un entorno neutro iluminado naturalmente.

Así nació AINI: Asesoría Integral en Neurodiversidad e Inclusión. Su propósito es acompañar a personas, familias, instituciones y empresas en el reconocimiento y la inclusión de la neurodiversidad como parte fundamental del desarrollo humano. AINI no impone modelos rígidos; propone procesos compartidos y adaptados a cada realidad.


Desde sus primeros años, AINI ha desarrollado servicios que integran lo clínico, educativo y social. Ofreciendo herramientas pensadas para contextos reales, con equipos multidisciplinarios que miran a cada persona en su entorno. Desde un diagnóstico respetuoso hasta una capacitación empresarial, todo se construye desde la escucha y la colaboración.

Dra Lesdy Navarrete exponiendo sobre neurodiversidad en una conferencia organizada por AINI, frente a una audiencia atenta y pantalla digital con esquema explicativo.

La filosofía de AINI se basa en tres pilares: el derecho a ser, el valor de la diferencia y la corresponsabilidad social. Esto significa que cada persona tiene derecho a desarrollarse con dignidad y a participar en todos los espacios, desde la escuela hasta el trabajo. Pero también implica un compromiso colectivo: la inclusión no es una tarea individual, es un tejido que se sostiene entre muchos.

Hoy, AINI colabora con comunidades escolares, equipos clínicos, organizaciones sociales y empresas. Su enfoque se centra en la accesibilidad, lenguaje claro y alianzas éticas que respetan la autonomía de cada quien.

Grupo de personas capacitadas por AINI posando con diplomas de participación en una sala de formación, como parte de un proceso de inclusión profesional.

La historia de Sofía y Daniel no es única, pero sí nos recuerda que cada persona neurodiversa tiene una historia que merece ser acompañada con respeto, no corregida.


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